Que no me encuentren

domingo, noviembre 18, 2007

Cocodrilos en la mesa

A veces, hay momentos... momentos en los que uno se suele preguntarse si lo que en verdad es como persona fue el resultado de algo planeado o fue algo totalmente imprevisto. No es ya la pregunta jovial del "que quiero hacer de mi vida", sino la pregunta evidentemente posterior del "¿que hice de mi vida?"

Cuando me imaginaba a futuro, siendo aun màs jovencito, tenìa una imagen de un yo-futuro que nada tiene que ver con el que soy ahora, de hecho, me veo como era entonces: como si nada hubiera pasado, como si me tuviera que preguntar que quiero hacer con mi futuro.

No creo habre crecido, quizas serìa hora de que lo empiece a hacer. Quien sabe.. quizas ya sea momento de que me encuentren...

Ultimamente estuve convenciendome de que mi terquedad me condujo a un camino sin salida, un lugar donde pienso creer tener la razon y la certeza de estar equivocandome. El que desentona soy yo... eso era claro, pero hace mucho y hace poco conocì a una persona que me da la sensacion de tener solo la razon y de perder la certeza de equivocarme. Es rebuscado, ya lo se. Pero hace que no me sienta tan solo.

miércoles, noviembre 07, 2007

Pasado y presente

Pasado y presente se confunden, sin que nosotros nos demos cuenta. Todo el mundo se preocupa por enseñarnos el pasado como si este fuera el presente. Desde mucho persiste la idea de que conociendo el pasado vamos a conocer más el futuro. Pasado y futuro son dos cosas diferentes. Pero pasado y presente parecieran ser lo mismo, en tanto abordamos al presente desde el pasado y no desde el presente en si. ¿Que quiero decír con esto? Que solo desde el futuro el presente se nos hace cognosible. Cuando ya es demasiado tarde, cuando no se puede modificar... si tan solo pudieramos enfocarnos en el presente mediante el presente mismo, seriamos quizas capaces de cambiar las cosas. Se me viene a la cabeza una frase de Marx, una frase que dice algo asi como que cuando estamos a punto de crear algo realmente original, recurrimos al pasado para cometer los mismos errores que antés cometimos. El pasado funciona como un fantasma, pero tambien como una prision para la liberacion del sujeto activo.
Quizas oponiendome a muchos de mis colegas sea posible clamar por la liberacion del individuo de las cadenas de su recuerdo. Llamo está vez al olvido, mientras que muchas otras llame al recuerdo. Quizas aprendiendo todo desde cero, volviendo a empezar a transitar el sendero del conocimiento descubramos que existe otro mundo que se nos econtraba vedado. Que la historia no es un camino de una sola via que conduce a procesos inevitables.

Quisiera llamar al recuerdo, y analizar la historia viendo las oportunidades que tuvimos para olvidar y empezar de nuevo. Oportunidades que dejamos trascender cegados, convencidos, que nuestro propio pasado legitimaba el futuro, sometiendo a aquellos que por un capricho de la historia los habia mantenido aislados de una conciencia global y universal. Someterse al pasado historico es perder nuestro ser entero en una historia que nunca nos pertenecío, en un mundo que jamas fue nuestro y que heredamos sin, quizas, desearlo.

Me contradigo conciente, a sabiendas, que el olvido nunca es la solucion. Quizas pensando ingenuo que pese al pretendido olvido persistira un reflejo que nos salve de las vicitudes de la historia, que conforme a una humanidad como una vez Russeau la soño, pura e ingenua, ignorante de los males del mundo y de las malas intenciones. Pero tambien conciente, de que si no dejamos de hacer lo que venimos haciendo, y empezamos de nuevo, el pasado solo será percibido desde el futuro como el momento en el que pudimos cambiar algo, y no lo hicimos.

Muchas veces mis pensamientos me dan miedo.