Que no me encuentren

lunes, septiembre 17, 2007

La mirada inquisidora.

Uno nunca dejá de sorprenderse frente a la realidad concreta de que las cosas siempre pueden ser diferentes a como son. Los prejuicios están en todas partes y son parte de nuestro formacion, nos construyen como seres humanos y nos posibilitan ver el mundo, una mirada que jamas dejamos de alterar frente a los constantes cambios que se nos presentan. Uno no obstante siempre tiende a pensar que ciertas cosas son inmutables, que se mantienen inmunes al cambio mientras que las cosas que las rodean cambian, un capricho totalmente incoherente, que probablemente este arraigado a la necesidad del ser humano de fijarse a algo, de generar esa falsa sensacion de estabilidad u orden donde no la hay. Un claro ejemplo de esto puede ser la construccion del tiempo y del espacio. Rara vez uno toma conciencia de que el espacio no es una dimension fija, invariable, construida. Se la tiende a congelar imaginandola estatica y presente. Kant en vano trato de demostrar que esto era así. Durkheim nos dio un poco de luz al hacernos notar que las categorias espaciales reflejaban categorias sociales y que estás no eran universales. Creo que el de la variabilidad del espacio, es uno de los conceptos más dificil de asimilar, nos cuenta tanto desprendernos de esta idea... El tiempo, por el contrario al espacio, se lo piensa, si bien lineal y ordenado, se lo piensa variable. Se distingue el hoy del ayer, y muchos grandes pensadores se vieron traumatizados por la idea de que el pasado quedo atras, el presente dudaba demasiado poco, y el futuro era impredecible... lo que hacia practicamente imposible vivir dentro de este esquema. Desde el academicismo más complejo Einsten nos probo matematicamente que el tiempo era infinitamente variable, completamente relativo, e incluso que funcionaba en dimensiones totalmente paralelas. Uno no deja de sorprenderse entonces, ante la idea de que el tiempo pueda ser concebido de una manera diferente, de una manera estatica. Uno de los mayores logros de la antropologia quizas haya sido demostrar que la mirada hace al objeto, que no necesariamente el tiempo fluye en una direccion constante. Que las categorias de tiempo y espacio son sociales, haciendo notar que para nosotros, la sociedad propiamente occidental, mientras se fija el espacio se hace al tiempo dinamico. Si bien comprender que el espacio puede ser variable es algo dificil, comprender que el tiempo pueede ser estatico es medianamente imposible. Implica romper hasta el ultimo prejuicio existente como seres humanos, ver mas alla de la razon y tomar una postura que contradiga las grandes leyes de la fisica, implica ser acusado de incoherente, irracional, soñador, retrasado y muchas otras cosas más. Esto no siempre fue así, para muchos.... y una antropologa española la explica muy bien, el tiempo es totalmente horizontal, plano. Es el tiempo de los mitos, en el que las cosas que fueron son, y donde las explicaciones del mundo se constituyen como un saber actual, es un tiempo en el que el hombre constantemente interactua y se modifica en relacion con el tiempo. Un tiempo que muchos podrian definir como ficcion. No fue hasta que Einsten inventara que uno puede moverse en el tiempo a traves de planos horizontales y no verticales, que el sentido comun fuera puesto en tela de juicio y con dolor y pesar, poco a poco dejemosnos de sorprender de que las categorias sociales, que creiamos universales.... no eran tanto.

Pienso sin embargo que no hace falta ir tan lejos en la reflexion para darse cuenta que las cosas no sirguen un orden establecido, un ejemplo más mundano puede incluso asombrarnos más y llevarnos a entender mejor que no hay una forma normativa de vivir en este mundo, sino muchas, todas diferentes, y todas posibles. Uno en su insano juicio puede contemplar como yo que el tiempo y el espacio no esten regulados por ninguna ley ni por ninguna clasificacion, sino por todas a la vez, pero jamás podría imaginar, como a mi me sucedio.... que el cafe, pudiera variar. Creía ingenuamente que solo habia una unica forma de preparar cafe, este proceso altamente ritualizado esta compuesto por muchos pasos complejos que con la practica se vuelven sencillos, haciendonos obviar su complejidad. Todo empieza con llenar la pava de agua. Uno puede ser descuidado en este paso, puede permitir que el agua golpee contra los bordes de la pava y caiga fuera, puede tener perfecta puntería y hacer que el agua solo llene el recipiente. Pero siempre hay que tener en cuenta la capacidad de cafe que se quiera realizar. Un cafe implica poca agua, mucho cafe implica mucha agua. Mucha agua implica mucho tiempo, nos criamos creyendo que el tiempo tenía un valor monetario, por lo que si queremos un solo cafe, sería ilogico poner mucha agua porque perderiamos tiempo y dinero. Aunque algunos como yo, no le dan mucha bola a esos saberes populares y llenan la pava por mas que quieran tomar un solo cafe, simplifiquemos la complejidad y dejemos de lado este paso para dar paso al siguiente momento que es el de poner la cafetera en la hornalla y calentar el agua.

Calentar el agua es un paso sumamente importante, por que es lo que hace que el cafe este caliente y esa calidez del cafe es la que nos brinda el sentimiento reconfortante de los meses de frio. Muchos los prefieren no tan caliente, pero nadie en su sano juicio tomaría cafe frio, no sin calentar el agua previamente. Calentar el agua implica justamente eso, calentarla, sin permitir que la misma altere su estado, lo que comunmente se denomina hervor, lo que implica un conocimiento estipulado de las caracteristicas del agua y el arte de apagar la pava a tiempo en una especie de premonicion. Pero al adelantar esto nos olvidamos de un paso elemental, sin la que el agua jamas podría calentarse. Prender la hornalla, tarea escencial y basica que es el principio fundamental que permite, posibilita, que uno beba cafe (ya dije previamente que nadie tomaria cafe en su sano juicio sin calentar previamente el agua). Existen diferentes formas de prender la hornalla. Esto requiere que uno permita que el gas fluya y acercar una llama. La llama puede conseguirse tanto mediante un fosforo o un encendedor. Existen diferentes formas de prender un fosforo, todas complejas, y todas diferentes. Dada la complejidad del asunto solo vamos a mencionar dos, pero es necesario saber que existen muchas formas de prender los fosforos y que todas implican ciertos movimientos corporales complejos en los que con practica uno adquiere cierta habilidad hasta una casi perfeccion. Los dos más comunes que aqui mencionare son: 1) tomar el fosforo desde el extremo donde no se encuentra la cabecilla, y frotarlo hacia adelante, raspando ligeramenten contra el raspador, lo que por la friccion genera una chispa que enseguida enciende el material combustible de la cabeza, quemando el pedacillo de madera del que esta constituido y formando una llama estable, que de no ser por la propia madera, que se consume mas lento que la materia de la que esta formada la cabeza, sería inutil y; 2) similar a la primera, pero un poco más compleja ya que en vez de frotar el fosforo hacia adelante, se lo ubica en una posicion diferente, apenas unos sentimos espacialmente hacia nuestro norte, y se lo arrastra hacia nuestro cuerpo, lo que implica que hagamos un habilidoso movimiento de muñeca para evitar que la propia inercia lleve la llama encendida a nuestro propio cuerpo y nos queme o se apague.
Realizado este procedimiento, y calentada el agua. Uno llena la tacita de cafe con la cantidad de cafe instantaneo que considera necesario y simplemente vierte el agua sobre el pocillo con los granos triturados, molidos y procesados de cafe. Puede agregarle algun aditivo, y mezclar o no la mezcla, o bien dejar que se mezcle solo por fuerzas fisicas que desconocemos pero que se saben estan ahi. El cafe esta listo para tomar.

Cualquiera podría darme la razon, y concederme el hecho de que es la unica forma en la que se puede preparar cafe instanteo, con ciertas variaciones en el metodo, o en los pasos complejos antes descriptos, pero siguiendo ese orden.

Afortunadamente tuve la experiencia directa de haber vivenciado un hecho particular que me llevo a poner en tela de juicio nuevamente mi sentido comun. Un suceso extraordinario acaecido en algun momento entre los dias primeros dias de junio y los ultimos de agosto me llevo a constatar lo que la antropologia posmoderna considera una situacion de quiebre. Es aquel momento en el que uno se da cuenta que las espectativas que posee no concuerdan con las realizadas por su objeto de estudio. Podriamos ingenuamente considerar que el objeto de estudio es el cafe, pero verdaderamente el objeto se constituye así como la relacion existente entre la persona, el cafe, y los mecanismos involucrados en la transformacion de la materia prima individual con el resultado cultural de esos mecanismos, es decir, la preparacion del cafe. En este caso la persona involucrada era mi prima, una sujeta caucasica, de pelo largo, estatura promedio que entra en la curva normal de altura esperada para sujetos argentinos con un sigma. Podria considerarse un sujeto normal de no ser su origen correntino la que la hace posedora de saberes culturales diferentes a mi saber porteño, incluida la normalizacion de la forma de producir cafe.

Pocos pueden imaginar mi horror cuando observe, que desde su propio saber cultural seguia un orden diferente en la preparacion del cafe que el que yo conocia como unico y universal. No voy a detallar las tecnicas involucradas en la confeccion, la manera de encender el fuego, y la forma de calentar el agua, por que no me encontraba presente. No me extrañaría que hubiera algo en ello poco habitual, solo me remitire al proceso final de produccion del cafe, que fue el momento que afortunadamente pude observar: Luego de calentar el agua, lleno la taza con agua caliente... fue el momento en el que sospeche que mi sentido comun iba a desmoronarse, por que no ocurrio lo que yo esperaba... el agua jamas se tiño de marron, no en ese momento al menos, el agua era transparente por que la volco en una taza sin cafe!!! ¿Quien en su sano juicio occidental podria imaginar que para hacer cafe el agua se vertiera en una taza sin cafe? Una vez llenadas todas las tazas con agua sin cafe, realizo un paso para mi desconocido, una cucharita cuidadosamente volco la cantidad necesaria que creyo de cafe sobre el agua transparente, y luego lo revolvio.

Esta forma antieconomica de preparar cafe cuestionaba ciertos puntos cruciales de lo que schultz llamo acervo de informacion cultural que nos permiten como individuos vivir en sociedad; 1) que al vertir el cafe luego del agua, implica que no hay una unica forma de medir el cafe, como yo pensaba. Creía que la forma correcta y universal de hacerla era calculando aproximadamente el volumen que ocupaba el cafe en el fondo de la tasa en proporcion al tamaño del vaso. 2) Que es igualmente posible echar el cafe luego o antes del agua.

Como conclusion, utilizo a la manera retrograda pero divertida, esta observacion para hacer notar lo primitivo de esta forma ultima de preparar cafe, ya que implica costos innecesarios al momento de la produccion. Volcando el cafe antes, la propia dinamica del agua hace que el cafe solo se revuelva, sin hacer necesario el uso de la cucharita para revolver. Volcando el cafe luego, este se acumula sobre la superficie, y hace estrictamente necesario revolverlo con la cucharita. No he podido medir el costo calorico de esta actividad innecesaria, pero intuyo que dicha maladaptacion incluye una desvantaja selectiva y que como tal debería reducir las posibilidades reproductivas de las personas que la empleen. Al estar en vueltos en una sociedad moderna donde la medicina modifica constantemente la seleccion natural, dichos individuos con practicas con costos de energia tan alto, logran sobrevivir y reproducirse, lo que no hubiera sucecido en un ambiente natural sin alteraciones culturales.

Alejandonos un poco de esta parodia ridicula de tensiones ecologistas vigentes actualmente que por muchos son consideradas explicaciones serias.... es bueno notar, que hasta las pequeñas cosas pueden sorprendernos y hacernos pensar que no todo tiene que ser como es ahora. Quizas si empezamos por ahi podamos darnos cuenta que, en una escala mayor, las desigualdades instauradas en la sociedad no son inherentes a la naturaleza humana sino solo una forma dominante de legitimarse en el poder, solo una posible, pero no la unica.

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